Era el año 2004, el Campeonato Mundial de Tai Chi Chuan se desarrolla en Taipei, capital de Taiwán.
Tras perder la semifinal 2 años antes, Josh Waitzkin había pasado los últimos 3 meses de su preparación empujándose a sí mismo al límite sin dejar nada. Día tras día de dolor, horas y horas dominando cada movimiento, cada táctica y solo descansando para repetirlo nuevamente al siguiente día en esta brutal preparación.
Pero cuando tienes un “por qué” claro, el “cómo” parece darse ante tus ojos, y el precio que hay que pagar, siempre valdrá la pena. La decisión de qué hacer no nace de “lo que quieres”, sino de saber qué precio estás dispuesto a pagar.
Josh Waitzkin no es tu persona promedio, o al menos, así parece ser desde el exterior. A los 6 años, descubrió el ajedrez al pasar con su mamá por Washington Square en Nueva York donde gente de todo el mundo se reúne para tener partidas informales de este famoso juego.
La atracción de este juego fue inmediata. Cada vez con mayor frecuencia, le gustaba ir a jugar, pero más importante aún, aprender de aquellos que tenían más experiencia. Con cada juego, con cada movimiento y táctica nueva, Josh fue mejorando y superando cada vez con mayor facilidad a sus oponentes.
Sin duda alguna, tenía muchísimo potencial, pero el talento no es suficiente si no se tiene una ética laboral que lo acompañe, y así fue como llegó con su primer entrenador formal y las prácticas deliberadas.
A diferencia de solo jugar, practicar deliberadamente consiste en analizar cada uno de tus movimientos y ver de qué manera pudiste haberlo hecho mejor. Practicar de esta manera donde hay retroalimentación inmediata, y a cada momento buscas mejores resultados, es lo que distingue a aquellos que logran alcanzar el más alto nivel.
Todo este trabajo y esfuerzo rindieron frutos al ganar el campeonato de ajedrez junior de Estados Unidos en 1993 y 1994. Pero como ocurre en ocasiones cuando alcanzas un objetivo con el cual soñaste durante años, Josh se dió cuenta que, seguir jugando ajedrez, no era lo que quería para su vida. Se dio cuenta que, las razones que lo motivaban a seguir y ganar, simplemente, ya no estaban allí. Se dio cuenta que, lo que le gustaba a él, era seguir aprendiendo, y así, fue como descubrió el Tai Chi.
El Tai Chi es un arte marcial desarrollado en China que busca generar armonía y equilibrio entre el movimiento físico, la concentración mental y la realización de una respiración consciente. Con todos estos elementos, Josh se vio atraído de inmediato al querer dominar tanto cuerpo como mente y espíritu.
Después de un tiempo, Josh comenzó a competir, y esa flama que se había apagado hace unos años ya con el ajedrez, se encendió nuevamente. La sensación de convertirse en un estudiante nuevamente y la oportunidad de crecer y progresar, rejuvenecieron la identidad competitiva que lo hizo sobresalir en el ajedrez, y ahora, estaba listo para hacerlo en otra disciplina.
Era el año 2004. Dos años atrás había fracasado en su lucha por ser campeón mundial, pero cuando entiendes cómo se desarrollan las habilidades, cuando entiendes lo que se requiere para ser el mejor, el fracaso se vuelve un aliado, se vuelve un maestro. La única manera de dominar alguna habilidad es entendiendo que siempre habrá una primera vez, excepto claro, por las cosas que jamás harás. Y todo lo que ocurrió dos años atrás, lo hicieron más fuerte para regresar por el Campeonato Mundial de Tai Chi en el 2004.
En la competencia de Tai Chi, existen dos modalidades. El “Moving Step” donde ambos participantes están dentro de un círculo y se obtienen puntos al sacar al contrincante del mismo o al lograr derribarlo. Y también está el “Fixed Step” que, bajo la óptica de Josh, representa la verdadera esencia del deporte, “no hay forma de eludir los principios internos del arte, no hay lugar para enmascarar la debilidad técnica con el atletismo.”
El “Fixed Step” consiste en ambos participantes parados sobre una plataforma muy cerca uno del otro. La posición inicial de ambos competidores es con el pie derecho al frente y el pie izquierdo atrás creando una base poderosa para mantener tu centro de gravedad imovil. La mano derecha de ambos participantes debe encontrarse cruzada y tocando la muñeca derecha del otro participante. Generalmente, la mano izquierda debe estar pegada a tu propia cintura como intentando sacar un arma de un costado, pero eso estaba por cambiar.
Desde esta posición inicial, existe un potencial infinito de posibilidades y tácticas de cómo obtener tu objetivo. Pero un día antes de la competencia, el equipo americano fue notificado que la posición inicial sería con la mano izquierda por debajo del brazo derecho del contrincante. Este sutil, y para algunos imperceptible cambio, cambiaba todo lo que habían estado planeando y practicando.
Es como llegar al Super Bowl y enterarte ese mismo día que puede haber dos pases lanzados hacia adelante en lugar de uno, y solo el favorito, fue notificado una semana antes.
Pero ocurre algo curioso, esta notificación no le molesta a Josh porque “las tácticas son fáciles cuando los principios están en la sangre.” Es decir, al dominar los principios, podrás hacer uso de cualquier herramienta y táctica para alcanzar tu meta. No existe habilidad alguna que, de querer controlar, debes dominar los principios básicos primero.
“Con tiempo, con años de entrenamiento creativo y la voluntad de fracasar, fallar, tener pérdidas, recibir golpe tras golpe y ser lanzado fuera del pedestal como una forma de vida, el juego se desacelera, comienzas a verlo en cámara lenta, ves ataques viniendo hacia ti”.
El día había llegado. Josh Waitzkin tuvo que atravesar años de preparación para este momento, años de dolor, años de inseguridades y luchas internas ante esos demonios que nos acechan a cada paso. Pero supongo que no existe una historia que valga la pena contar si en verdad no hubo momentos de lucha y obstáculos que atravesar.
El contrincante que lo había vencido dos años atrás, había bajado una categoría en el peso y no se mediría ante Josh. A pesar de estar algo decepcionado, surge un nuevo contrincante. Buffalo, considerado como el mejor peleador de Taiwán, era el rival a vencer. Muchos creían que Buffalo era invencible. No muy alto, pero corpulento y ágil, era capaz de arrojar a sus oponentes fuera del círculo o de la tarima con aparente sencillez.
Ronda a ronda, Josh resultaba victorioso, y por el otro lado, Buffalo avanzaba sin problema alguno. Existen momentos en la vida de cada persona que parecen estar destinados a suceder. Por más que busquemos evitarlos, no existe manera de detener el tiempo y su llegada. Y solo existen dos opciones, estar preparados, o ser arrollados ante ellos.
La final de “Fixed Step” estaba aquí. Josh había hecho todo lo que estaba en sus manos. Al cabo, eso es lo único que podemos hacer, dejar todo lo que tenemos en la línea. Si no logras obtener la meta, sabrás que hiciste todo lo que tu potencial te permitió. Pero no existe mayor remordimiento que, no haber alcanzado tu meta, y saber que pudiste haber hecho algo más al respecto.
Buffalo se acercó a la plataforma y dejó salir un grito primal. El apoyo de las gradas no se hizo esperar con una retumbo que, de no estar preparado, podía dejarte inmovilizado. La confianza en uno mismo debe ganarse, y la única forma de hacerlo, es sintiéndote cada más competente en tus habilidades y lo que puedes aportar con ellas. Y la única forma de sentirte cada vez más competente, es practicando y preparandote.
La final fue tan cerrada como todos esperaban. Para el espectador, parecía ser una fuerza arrolladora ante un objeto inamovible. Cuando dos fuerzas tan equilibradas batallan por estar al frente, la pelea se vuelve un tema mental y deja de ser una prueba física. Y aquí, es donde ganó Josh.
Tanto Buffalo como Josh sabían que físicamente dominaba el campeón de Taiwán, pero en ocasiones, no siempre se debe ser más fuerte para ganar, sino más inteligente. Y el más inteligente no es aquel que busca controlar el océano, sino aquel que se adecua al mismo y utiliza la misma marea para llegar exactamente a donde quiere.
Al notar cómo Buffalo intentaba atacar a sus contrincantes con su potencia, Josh comenzó a dejarlo entrar y utilizar su propia fuerza para sacarlo de la plataforma. Punto tras punto, Josh se encontraba en un estado mental conocido como “flow” donde parece ser que el mundo se mueve en cámara lenta.
Años de sacrificio. Años de batallas internas. Años de tener un sueño y trabajar cada día de manera inagotable con fe inquebrantable y saber que, de hacer lo que tienes que hacer cada día, llegarás a ese sueño. Y ese sueño llegó en el momento en que Josh Waitzkin obtuvo los puntos necesarios para coronarse como campeón mundial de Tai Chi Fixed Step. Ese mismo día, logró vencer a Buffalo en la otra modalidad donde se convirtió en el campeón absoluto de Tai Chi Chuan.
Desde fuera, Josh Waitzkin parece ser un fuera de serie. Sí, tenía potencial, pero a cuántas personas con potencial has conocido que nunca han logrado nada. Sí, contaba con el apoyo de sus padres, pero tampoco es suficiente cuando se quiere llegar a lo más alto. No, no fue solo talento. No fue solo el tener una genética privilegiada ni haber contado con las circunstancias perfectas. Fueron principios y fundamentos que, de tener un “por qué” que te motive a desarrollarlos, te impulsarán a dominar cualquier habilidad.
principio #1 - mente de principiante
¿Alguna vez has comenzado un videojuego nuevo? Creo que no hay emoción más frustrante que hacerlo. No se tiene la más mínima idea de lo que tiene que hacer y menos de cómo se controlan a los personajes. Solo pasar el primer nivel es una proeza cuando vas comenzando.
¿Pero te detienes? ¿Dejas de jugar porque no sabes cómo controlar de forma adecuada al personaje? Por supuesto que no, entendemos que existe una curva de aprendizaje, y para poder dominar el juego, es necesario pasar por una etapa como principiante donde somos malísimos y fallamos a cada paso que damos.
Pero con cada error, con cada fallo que cometemos al jugar, vamos mejorando y aprendiendo cómo seguir adelante. Al llegar a los últimos niveles, ni siquiera recordamos lo difícil que fue comenzar a jugar. Pero que no te quepa duda, ser un principiante dispuesto a aprender, a trabajar, a progresar y seguir mejorando es menester de querer llegar a los últimos niveles.
La única diferencia entre el videojuego y la vida real es que, en el videojuego puedes fallar una y otra vez y nadie te va a ver. En la vida real, lo que piensen de nosotros provoca que no demos ni siquiera el primer paso. Y hay algo que sí se puede tener por seguro, si no das el primer paso, nunca podrás dominar alguna habilidad.
Acepta y abraza la mentalidad de principiante. Reconoce que es la única forma de dominar cualquier cosa, y de querer llegar al más alto nivel, debemos invertir en las derrotas.
principio #2 - invierte en las derrotas
El mundo no es en realidad todo lo que nos ocurre ni las circunstancias a las cuales estamos expuestos todos los días; el mundo es en realidad el significado que le damos a todos esos eventos y a todo lo que nos rodea.
Para una persona, las circunstancias pueden significar una sentencia de muerte, pero para otras, pueden volverse el oxígeno que alimentan ese fuego y la fe inquebrantable de que las cosas pueden y van a mejorar. Las derrotas son inevitables, pero el significado que obtenemos de ellas depende de nosotros.
¿Sabes qué significa la palabra “responsabilidad”? Responsabilidad es la habilidad de responder. Es decir, la única forma de tomar acción en torno a nuestras circunstancias o nuestras derrotas, es haciéndonos responsables de lo que puede suceder a continuación. No siempre es tu culpa que las cosas no se den como esperabas, pero SIEMPRE es tu responsabilidad hacer algo al respecto.
Las derrotas vendrán, pero para sacar provecho de ellas, debemos darles un significado que alimenten una historia que nos dé la fortalece para seguir adelante. Y saber que, de hacer lo que está en nuestras manos, todo saldrá bien.
principio #3 - haciendo círculos pequeños
El muro parecía interminable. Horas que se convertían en días, y días que se convertían en meses, daban la sensación de que, ese muro, no sería posible terminar. Este es un relato de Will Smith en su libro Will, y nos cuenta cómo su padre los puso a trabajar en este muro de ladrillos cuando él y su hermano menor eran solo unos niños.
Después de meses de trabajo, llegaron con su padre a quejarse de por qué no los ayudaba, y en ese momento, fue cuando les dio una lección para toda la vida.
“Olvídense del muro. Solo concéntrense en el siguiente ladrillo. ¿Crees poder poner un ladrillo más? ¿Si? Entonces solo concéntrate en ello y pon el siguiente ladrillo.”
Poner el siguiente ladrillo. Suena simple, ¿no?
¿Cuántas veces te has congelado al ver todo lo que tenías que hacer? Al ver lo que requería poner un negocio, perder peso o terminar esa guía para la escuela, y procrastinar al ver la magnitud del problema. Como si dejarlo para después haría que mágicamente desapareciera. Y a esto se refiere con poner el siguiente ladrillo, enfocarse SOLAMENTE en el siguiente paso, en el siguiente ladrillo.
Aplicado a las habilidades, debemos hacer exactamente lo mismo. Jugar ajedrez por primera vez puede parecer misión imposible, pero solo si lo rompemos en pequeños pasos, deja de parecer tan retador. Aprendernos los movimientos de cada pieza, comenzar a practicar solo los movimientos iniciales hasta dominarlos, y solo hasta haberlo logrado, comenzar a estudiar el juego medio y el juego final.
Todas las habilidades se pueden dividir en pequeñas progresiones, o círculos pequeños que, de querer aprender a dominar, debemos comenzar con el primer círculo e irnos moviendo hacia el frente una vez que lo hayamos dominado.
“las tácticas son fáciles cuando los principios están en la sangre.”
principio #4 - reuniendo todo
No hay mucho que decir sobre este principio. Me parece que se da por sí solo cuando comienzas a ver todas las habilidades en progresiones o pequeños círculos y vas dominando cada uno de ellos.
Al convertir los principios y fundamentos de la habilidad parte de ti, se vuelven parte de tu inconsciente y la forma en la que los utilizas se vuelve algo natural. De no poder aplicar la habilidad, debes regresar a un círculo anterior y dominarlo antes de poder reunirlo todo.
COMENTARIO FINAL
Desde fuera, Josh parece ser una fenómeno de la naturaleza, pero una vez que te acercas y entendemos su proceso, te das cuenta que, TODOS somos capaces de dominar cualquier habilidad. Simplemente, hay que saber cómo y tener el empuje para seguir adelante en el proceso y confiar en él.
fitness & nutritional coaching
Para tener resultados físicos en el largo plazo, el proceso por el cual debemos pasar es similar ya que, alimentarse y entrenar de forma apropiada, es una habilidad que TODOS podemos dominar.
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